TRASTORNOS DE LA COMUNICACIÓN
1.
CONSIDERACIONES
GENERALES.
La
comunicación es una de las funciones humanas más complejas. Consiste en el
intercambio de información e ideas a través de las codificación, transmisión y
decodificación de mensajes. El lenguaje y el habla son instrumentos puestos al
servicio de la comunicación verbal y, como tales, desempeñan un papel decisivo
en la adaptación y el progreso personal y social de las personas. En sociedades
desarrolladas como la nuestra, la importancia que se da a la comunicación
verbal hace que la facilidad o dificultad con que el niño o joven utilice las
ideas y las palabras sea determinante para el éxito posterior.
Además
de la mayor o menor facilidad que tienen las personas para comunicarse, existen
desordenes de la función comunicativa que pueden interferir el proceso y/o
resultado de la comunicación en sí misma. Dichos trastornos pueden afectar al
lenguaje, al habla o a ambos. En relación a los mismos, es importante
considerar:
1- Que
todos los trastornos de la comunicación llevan aparejados, en mayor o menor
grado, una penalización social.
2- Que
los desórdenes en esa función no siempre tiene una solución fácil.
En
general, los trastornos del lenguaje se identifican por los problemas de
comprensión y uso del lenguaje, independientemente del sistema simbólico
empleado (hablado, escrito u oral). En los trastornos del lenguaje tanto la
forma, el contenido como su función pueden verse involucrados:
§ La forma del lenguaje:
incluye la fonología (combinación de sonidos), la morfología (formación de
palabras) y la sintaxis (construcción de frases y oraciones).
§ El contenido del lenguaje:
se refiere a las intenciones y al significado que los usuarios confieren a las
palabras y oraciones (semántica).
§ La función del lenguaje:
tiene que ver con su uso en contexto (praxis), es decir, con el lenguaje puesto
al servicio de la comunicación que incluye, además, la conducta no verbal y las
vocalizaciones.
Entendido
que el lenguaje es la comunicación de ideas, a través de un sistema arbitrario
de símbolos que se emplean de acuerdo a unas determinadas reglas, y que el
habla es la expresión oral del lenguaje, las diferencias en habla o lenguaje
compartidas por personas de una misma región, grupo social o grupo étnico,
según los expertos, no deberían considerarse trastornos.
El
lenguaje, tal como se ha dicho es una de las capacidades humanas más complejas
y difíciles de adquirir. La mayoría de los niños aprenden a comprender y luego
hablan. Se trata de un proceso complejo que todavía no se comprende bien. La
comprensión de la forma en que los niños con desarrollo normal adquieren el
lenguaje es útil para los profesionales y especialistas que trabajan con niños
con problemas. Este conocimiento puede ayudar al especialista a determinar si
se trata de un simple retraso en la adquisición del lenguaje o si, por el
contrario, el desarrollo es anormal. En este sentido, conviene diferenciar
entre retraso y trastorno del lenguaje. El retraso no implica necesariamente un
trastorno. Tal como indica Reed (1994), los retrasos significan que el niño es
lento en el desarrollo de las capacidades lingüísticas, pero que las está
adquiriendo con la misma secuencia que los niños normales. En general, casi
todos los componentes de la lengua sufren igual retraso. En cambio, en los
trastornos del lenguaje existe una perturbación en la velocidad y/o secuencia
de ciertas capacidades lingüísticas.
Patrones en el
desarrollo normal del lenguaje
|
|||
Edad desarrollo normal.
|
Edad
desarrollo anormal.
|
Logro.
|
ejemplo
|
13 meses
|
27 meses
|
Primeras
palabras.
|
Mamá,
aquí.
|
17 meses
|
38 meses
|
Vocabulario 50 palabras.
|
|
18 meses
|
40 meses
|
Primeras
2 palabras combinadas.
|
Más
Tv, aquí balón
|
22 meses
|
48 meses
|
Combinación de 2 palabras con otros significados.
|
Zapatos mamá, copa suelo.
|
24 meses
|
52 meses
|
Oración
de 2 palabras con sentido.
|
Papá
ven.
|
24 meses
|
55 meses
|
Aparición gerundios.
|
Mamá durmiendo.
|
30 meses
|
63 meses
66 meses
|
Oración
de 3-4 palabras con sentido.
Aparición
de es.
|
La
pelota es roja.
|
37 meses
|
73 meses
|
Oración 4-5 palabras.
Aparición de preguntas.
|
¿Puedo tomar galletas?
|
40 meses
|
79 meses
|
Oraciones
5 palabras.
|
Mamá
quiero que vengas pronto.
|
Leonard, L. (1994).
Language disorders in preschool children.
1.1.
Definición
de trastornos del habla y trastornos del
lenguaje.
La mayoría de los especialistas distinguen entre los
trastornos del habla (articulación, fluidez, ritmo) y del lenguaje
(dificultades para comprender o utilizar los símbolos o reglas que emplean las
personas para comunicarse). Se considera que hay un trastorno del habla cuando
ésta es ininteligible, se emplean mal los mecanismos del habla, o cuando
resulta cultural o personalmente insatisfactoria.
El habla es anormal cuando entorpece la comunicación y
ocasiona incomodidad al hablante o su interlocutor. Para detectar los
trastornos del habla es importante tener en cuenta la edad y el entorno
educativo y cultural del hablante.
Los trastornos del lenguaje son definidos por la Asociación
Americana del Habla, el Lenguaje y la Audición (ASHA, 1993) como “una
disfunción o discapacidad en el desarrollo de la comprensión y/o el uso del
sistema de símbolos oral, escrito de otro tipo”
El trastorno puede afectar:}
1- La
forma del lenguaje (fonológico, morfológico y sintáctico).
2- El
contenido del lenguaje (semántica).
3- La
función comunicativa del lenguaje (pragmática).
Los niños con trastornos graves del lenguaje pueden tener
problemas académicos y de desarrollo social. Sus dificultades en el rendimiento
pueden llevar al diagnóstico erróneo de retraso mental o de déficit en la
audición, aunque ninguno de esos diagnósticos sea adecuado.
1.2.
Prevalencia.
Determinar la prevalencia de los trastornos de la
comunicación resulta difícil dado que dichos trastornos pueden ser
extremadamente variados y, a menudo, se presentan de forma concurrente con
otras discapacidades (por ejemplo, retraso mental, traumatismo cerebral,
dificultades de aprendizaje, autismo, etc.)
Se ha estimado que cerca de un 10-15% de los niños en edad
preescolar y de un 6% de los alumnos de educación primaria y secundaria
presentan desórdenes del habla. Entre 1-2% de los preescolares y cerca de un 1%
del resto de la población escolar presentan problemas de lenguaje (Matthews
yFrattali, 1994).
Los trastornos de la comunicación no pueden comprenderse y
tratarse adecuadamente sin un conocimiento profundo de la evolución normal del
lenguaje. Algunas de las pautas de lo que se considera desarrollo normal del
lenguaje hasta los dos años en la tabla (patrones
en el desarrollo normal del lenguaje
1.3.
Etiología
Se
considera que la mayoría de los trastornos de la comunicación no son de origen
orgánico, sino que más bien tienen carácter funcional. En la práctica resulta
difícil relacionar los trastornos funcionales con una enfermedad o defecto
físico especifico, por lo que sus causas no se conocen bien. McReynolds, señala
que varias décadas de investigación han contribuido poco al conocimiento de las
causas del trastorno del habla y del lenguaje. Algunos expertos piensan que los
trastornos funcionales de la comunicación se deben principalmente a las
influencias del medio, aunque también es posible que algunos trastornos del
habla sean provocados por perturbaciones del sistema motor no bien conocidas.
Según
se puede observar en la siguiente tabla, los trastornos de la comunicación se
pueden presentar asociados al retraso mental, a pérdidas auditivas, a
trastornos emocionales, a disfunciones o daño cerebral mínimo, etc. Y a una
variedad de causas mayor.
Factores
asociados a los desórdenes del lenguaje en la infancia
|
I.
Factores centrales.
a. Discapacidad del lenguaje especifica.
b. Retraso mental.
c. Autismo.
d. Trastorno hiperactivo de la atención.
e. Daño cerebral adquirido.
f. Otros.
II.
Factores periféricos.
a. Impedimento auditivo.
b. Impedimento visual.
c. Impedimento físico.
III.
Factores ambientales
y emocionales.
a. Negligencia y abuso.
b. Problemas en el desarrollo emocional y/o
conductual.
IV.
Factores combinados.
|
Nelson, N. W. (1993).
Childhood language disordersin context; Infancy through adolescence.
2.
DESARROLLO
DEL LENGUAJE.
El
desarrollo del lenguaje empieza con las primeras interacciones madre-hijo.
Aunque la secuencia de desarrollo del lenguaje es bien conocida, muy poco se
sabe de cómo los niños lo aprenden. Las teorías existentes sobre el lenguaje y
su desarrollo aportan alguna información al respecto:
1- El
aprendizaje del lenguaje depende del desarrollo del cerebro y del
funcionamiento apropiado del mismo.
2- El
aprendizaje del lenguaje se halla afectado por las consecuencias de la conducta
verbal.
3- El
lenguaje se aprende a partir de inputs y outputs relacionados con el
procesamiento de la información.
4- El
aprendizaje del lenguaje se basa en el uso de reglas lingüísticas.
5- El
lenguaje es una de las muchas
habilidades cognitivas.
6- El
lenguaje surge a partir de la necesidad de comunicarse en las interacciones
sociales.
La
investigación da soporte a algunos de esos aspectos más que a otros; no
obstante, hoy día las teorías que ponen el énfasis en la interacción social y
la función pragmática del lenguaje son las que mayores posibilidades muestran
de cara a la intervención.
Los hitos más significativos en la adquisición y desarrollo
del lenguaje hasta los cinco años se presentan de forma resumida en la
siguiente tabla.
ETAPAS
EN EL DESARROLLO NORMAL DEL LENGUAJE
|
Del nacimiento a los 6 meses.
|
§ El niño se comunica por medio
de gritos y llantos, cuya consecuencia es la atención de los padres.
§ Se desarrollan diferentes
clases de gritos y llantos, y según ellos los padres suelen distinguir cuando
el niño está mojado, cansado o hambriento.
§ Sonidos que expresan
comodidad-gorjeos, gorgoteos y suspiros-con algunas vocales y consonantes.
§ Los sonidos que expresan
comodidad se convierten en balbuceos, que al principio parecen hacerse por el
placer de emitirlos y escucharlos.
§ Las vocales aparecen antes que
las consonantes.
§ El niño no asigna ningún
significado a las palabras que escucha, pero puede mostrar reacciones
distintas ante la elevación o la suavidad de la voz.
§ Los ojos y el rostro se vuelven
hacia la fuente de sonido.
|
De los 6 a los 12 meses
|
§ El balbuceo comienza a
diferenciarse antes del fin del primer año de vida y contiene algunos de los
elementos fonéticos del lenguaje con sentido propio de los niños de 2 años.
§ El niño desarrolla inflexiones;
su voz es elevada y baja.
§ Puede responder adecuadamente a
palabras como “no”, “adiós”, o a su nombre y realizar acciones como batir
palmas cuando se lo ordenan.
§ Repiten palabras y sonidos simples
como “mamá”.
|
De los 12 a los 18 meses
|
§ A los 18 meses la mayoría de
los niños ha aprendido a decir varias palabras con el significado adecuado.
§ La pronunciación es muy
imperfecta; el niño puede decir “aso” cuando se le señala un vaso o “elo” cuando
ve un perro.
§ Se comunican con señales o con
frases de una o dos palabras.
§ Responde a órdenes simples como
“dame el vaso” o “abre la boca”.
|
De los 18 a los 24 meses
|
§ La mayoría de los niños
atraviesa una etapa de ecolalia en la que repiten como un eco lo que
escuchan. La ecolalia es una fase normal del desarrollo del lenguaje y la
mayoría de los niños la supera hacia los 2 años y medio.
§ Gran avance en la adquisición y
uso del habla; comienzo de las combinaciones de palabras en frases cortas
como “adiós papá” y “quiero pastita”.
§ El vocabulario receptivo crece
con mayor velocidad que el expresivo; a los 2 años el niño puede entender más
de 1000 palabras.
§ El niño entiende conceptos como
“pronto” y “más tarde” y hace distinciones más sutiles entre objetos o
animales, como gatos y perros, tenedores y cucharas.
|
De los 2 a los 3 años
|
§ A los 2 años, el niño habla,
diciendo frases como “no voy a decírtelo” y preguntas como “¿A dónde va mi
papá”.
§ Muchos niños tiene un
vocabulario expresivo de hasta 900 palabras diferentes, con una media de tres
o cuatro palabras por frase.
§ Participan en conversaciones.
§ Identifican colores, usan el
plural y relatan sus experiencias de manera simple.
§ Son capaces de obedecer órdenes
complejas como “recoge el muñeco y dámelo”.
§ Utilizan correctamente la
mayoría de las vocales y consonantes.
|
De los 3 a los 4 años
|
§ Los niños de 3 años ya tiene
mucho que decir, hablan con rapidez y hacen muchas preguntas.
§ Las frases más largas y
variadas “Cindy está jugando con agua”, “mamá se fue a trabajar”, “el gato
tiene hambre”.
§ Usan el lenguaje para pedir,
protestar, mostrarse de acuerdo y hacer chistes.
§ Comprenden los cuentos
infantiles, entienden conceptos como “raro”, “más grande” y “secreto” y pueden completar analogías simples como
“durante el día hay luz; por la noche hay…”.
§ Sustituyen algunos sonidos,
diciendo por ejemplo “balo” por “baño” o “guto” por “gusto”.
§ Muchos niños de 3 años repiten
sonidos o palabras (c-c-c-amino o p-p-p-equeño). Estas repeticiones y dudas
son normales y no indican que el niño vaya a ser tartamudo.
|
De los 4 a los 5 años.
|
§ Tiene un vocabulario de más de
1500 palabras y hacen frases con una longitud media de cinco palabras
seguidas.
§ Comienzan a modificar el habla
según quién les escucha; por ejemplo, emplean frases más extensas y complejas
cuando hablan con su madre que con un niño o un muñeco.
§ Pueden definir palabras como
murciélago, cocina y policía y hacer preguntas del tipo de “como hiciste eso”
o “¿Quién hizo esto?”.
§ Usan conjunciones como si,
cuando y porque.
§ Muchos siguen teniendo
dificultades con consonantes como /r/, /s/ y /z/ o con dobles consonantes
como “tr”, “gl”, “bl” y “fr”.
|
Después de los 5 años.
|
§ La lengua continúa
desarrollándose con firmeza, aunque menos espectacularmente
§ Los niños de 6 años utilizan
todo el idioma adulto complejo.
§ Algunas consonantes simples o
dobles no se dominan hasta los 7 u 8 años.
§ Los modelos lingüísticos de los
niños de primer curso de primaria están normalmente al nivel de los de su
familia, barrio y región.
|
Heward, W. L. (1998).
Niños excepcionales: Una introducción a la educación especial.
3.
CLASIFICACIÓN
DE LOS TRASTORNOS DEL LENGUAJE.
Los
trastornos del lenguaje pueden clasificarse atendiendo a varios criterios. La
ASHA, 1993, adopta una clasificación funcional basada en los cinco subsistemas
del lenguaje; fonológico (sonido), morfológico (forma de las palabras y su
gramática), sintáctico (ordenación de las palabras y estructuración de las
oraciones), semántico (significado de las palabras y de las frases) y pragmático (uso social del lenguaje). Los
niños con trastorno del lenguaje, generalmente presentan dificultades en uno de
esos subsistemas o dimensiones, las causas suelen ir acompañadas de otras
dificultades en cualquiera de las otras dimensiones.
Otra
forma de clasificación es la basada en las presuntas causas del trastorno
(autismo, trauma cerebral, retraso mental, parálisis cerebral, etc.) Owens
propone siete categorías distintas de
los trastornos del lenguaje, cada una de ellas con dificultades especificas en
áreas muy particulares. (Tabla).
Otros
autores suelen clasificar los trastornos del lenguaje en receptivos
(dificultades en la comprensión del lenguaje) y expresivos (problemas en la
expresión del mismo). Así, por ejemplo, un niño puede ser incapaz de comprender
frases orales o seguir una secuencia de órdenes, tener un vocabulario limitado,
usar términos incorrectos o no hablar en absoluto (mutismo), comunicándose sólo
por gestos. Lo que debe quedar claro en cualquier caso es que todos los sistemas
de clasificación contienen ambigüedades y que ninguna de las clasificaciones
recoge en su totalidad todas las características.
Dificultades en áreas específicas en los
trastornos del lenguaje
|
|||||||
Retraso mental
|
DEA
lenguaje
|
TEL
|
autismo
|
Trauma cerebral
|
Retraso lenguaje expresivo
|
Negligencia, abuso
|
|
Percepción
|
ü
|
ü
|
ü
|
ü
|
ü
|
||
Atención
|
ü
|
ü
|
ü
|
||||
Uso
de símbolos
|
ü
|
ü
|
ü
|
ü
|
ü
|
ü
|
ü
|
Uso
de reglas del lenguaje
|
ü
|
ü
|
ü
|
ü
|
|||
Capacidad
mental general
|
ü
|
ü
|
ü
|
||||
Interacción
social, situación comunicativa
|
ü
|
ü
|
Owens, R. E. (1995) Language
disorders. Los puntos representan
áreas problemáticas en el aprendizaje y uso del lenguaje.
Algunos
de los problemas asociados a la clasificación funcional de los trastornos del
lenguaje son:
1-
Dimensión
fonológica: Los niños tienen problemas para la
articulación de los sonidos. Tales problemas de articulación se identifican por
las dificultades que experimentan en los siguientes procesos.
·
En
la discriminación auditiva: tienen problemas para
diferenciar sonidos como (/bata/, /pata/).
·
En
la segmentación fonética: les resulta difícil separar
la palabra en sus partes o sonidos componentes. Ej. Pelota à /pe/ /lo/ /ta/.
·
En
la combinación fonética: (formación de palabras)
encuentran obstáculos para ir uniendo los fonemas necesarios para formar una
palabra. Ej. /c/ /a/ /s/ /a/ à
casa.
Estas
tres capacidades correlacionadas con el rendimiento en lectura y contribuyen a
discriminar entre buenos y malos lectores. Consecuentemente, la intervención en
este ámbito estará orientada a mejorar dichas capacidades.
La
repetición de frases y oraciones también es fundamental para la fonología. Sin
esta habilidad, los alumnos no pueden mantener en la memoria una oración el
tiempo suficiente para utilizarla con posterioridad. El comportamiento habitual
de los niños en tareas de este tipo, es que cuando no pueden evocar una
palabra, olvidan (omiten) el resto de la oración.
Los
problemas fonológicos no necesariamente implican dificultades en la comprensión
del lenguaje hablado.
2- Dimensión sintáctica:
El niño experimenta dificultades en el orden de colocación de las palabras en
la oración y su estructura, así como en el empleo de nexos.
3- Dimensión morfológica:
Se detectan problemas en el uso de las reglas gramaticales, particularmente, en
la formación de plurales, el uso del posesivo en la tercera persona gramatical,
en la formación de adjetivos a partir de sustantivos, etc.
4- Dimensión semántica:
Los alumnos con trastornos en esta dimensión presentan vocabulario pobre y
tienen dificultades en denominar o etiquetar cosas, nombrar un objeto que ha
sido descrito por sus características, completar frases con una palabra.
Asimismo, manifiestan dificultades a la hora de comprender frases u oraciones
que contienen palabras ambiguas, formar antónimos y definir conceptos.
5-
Dimensión
pragmática: Los trastornos en esta dimensión se
identifican porque los alumnos:
·
No hacen un uso diferencial
del lenguaje en función de la situación social.
·
Emplean patrones comunicativos
más largos y complicados cuando tienen que explicar algo.
·
Son menos efectivos al
proporcionar información descriptiva.
Se
piensa que las influencias ambientales desempeñan un importante papel en el
retraso, los trastornos o la ausencia de lenguaje. Los niños que han recibido
poca estimulación en la familia y que han tenido pocas oportunidades para
hablar, escuchar y explorar el entorno e interactuar con las personas pueden
carecer de motivación para la comunicación y desarrollar patrones de lenguaje
anormales.
La
pérdida de la capacidad para comprender y usar el lenguaje como consecuencia de
una lesión cerebral se denomina afasia. La persona con afasia puede tener
problemas que van desde encontrar o poder pronunciar una palabra hasta
construir una frase pero, en cualquier caso, el que sufre un trastorno de este
tipo manifiesta una incapacidad para establecer intercambios comunicativos
apropiados. La afasia puede ser expresiva o receptiva, aunque esta última es
menos común.
Otras
dificultades graves de la comunicación van asociadas a los trastornos profundos
en el desarrollo como son el autismo, la parálisis cerebral o el retraso mental
severo y profundo. En estos casos, el lenguaje del niño no se desarrolla
siguiendo la secuencia normal del desarrollo, sino que adopta patrones
peculiares.
Una
alternativa a los problemas de comunicación en estos casos es el uso de
sistemas de comunicación aumentativa alternativa. Tales sistemas se definen
como un conjunto variado de estrategias y métodos desarrollados para ayudar a
las personas que no pueden satisfacer sus necesidades comunicativas por medio
del habla o la escritura a expresarse a través de otros sistemas. Estos
sistemas de comunicación constan de tres componentes.
1- Un
conjunto de símbolos representativos o vocabulario.
2- Un
medio para seleccionar los símbolos.
3- Un
medio para transmitirlos.
Cada
uno de estos tres componentes puede ser asistido por aparatos físicos de ayuda
o no asistidos (gestos, expresiones faciales, posturas corporales, signos
manuales, etc.).
4.
CLASIFICACIÓN
DEL LOS TRASTORNOS DEL HABLA.
Las
perturbaciones del habla pueden ser orgánicas, esto es, atribuible a una causa
física específica como por ejemplo el paladar hendido, la parálisis de los
músculos del habla, determinadas anomalías neurológicas, etc. O, ser
secundarios a otros problemas como el retraso mental, la sordera o la parálisis
cerebral. Sin embargo, se considera que la mayoría de los trastornos de la
comunicación no son de origen orgánico, sino más bien funcional. Los trastornos
del habla incluyen los trastornos de la voz, de la articulación y de la
fluidez.
a)
Trastorno
de la voz.
Estos
trastornos aparecen cuando la calidad, volumen o tono de la voz son inadecuados
o anormales. Moore y Hicks, consideran que la voz de una persona es anormal si
difiere marcadamente de las voces de otras personas de la misma edad, género o
entorno cultural y aplica la palabra disfonía a cualquier tipo de voz
defectuosa o desagradable.
Los
trastornos básicos de la voz afectan a la fonación y a la resonancia. En los
trastornos de la fonación la voz suena temblorosa, gruesa, ronca o forzada y,
en casos graves, incluso se puede llegar a perder completamente. Estos
trastornos pueden tener causas orgánicas, como tumores o irritación de las
cuerdas vocales, pero lo más común es que la ronquera provenga de un abuso
vocal crónico (gritos, hábito de hablar en situaciones de tensión, etc.).
Los
trastornos de resonancia se producen cuando hay demasiados sonidos que
atraviesan las vías nasales (hipernasalidad) o cuando, al contrario, no se
produce suficiente resonancia en esas vías (hiponasalidad). Los hablantes con hipernasalidad
parecen hablar a través de la nariz; los hiponasales, lo hacen como si tuvieran
un catarro o la nariz tapada.
b)
Trastornos
de la articulación.
En
estos trastornos existe una incapacidad para articular los fonemas. Los
trastornos de la articulación son el tipo de trastornos del habla más
frecuentes entre los escolares. La articulación o emisión correcta de los
sonidos nos hace a los hablantes activar un complicado sistema de músculos,
nervios y órganos, de tal manera que si algún componente de este proceso
funciona de manera imperfecta, el niño tendrá dificultades para articular los
fonemas. Si el trastorno no tiene causa orgánica se le denomina dislalia; si
por el contrario; hay evidencia de lesión cerebral se le denomina disartria. La
disglosia es una dislalia orgánica por alteración de los órganos periféricos
del habla (labio leporino, anomalías mandibulares, linguales, palatinas, etc.).
Los
errores en la articulación son de cuatro tipos fundamentalmente: sustitución
(“tos” por dos), distorsión (“zueño” por sueño), omisión (“ecuela” por escuela)
y adición (“martrillo” por martillo). Los trastornos de la articulación pueden
tener diferentes niveles de gravedad. Algunos de esos trastornos suelen
desaparecer con la maduración y el aprendizaje. Otros, en cambio, permanecen.
Como norma general, se podría decir que si un trastorno ligero o moderado de la
articulación no da señales de mejora durante un período largo de tiempo o tiene
efectos negativos en las relaciones del niño o joven, lo mejor será ponerle en
manos de un especialista.
c)
Trastornos
de la fluidez.
El
trastorno de la fluidez más conocido y, quizá, el peor comprendido es la
tartamudez o disfemia. Este trastorno se caracteriza por repeticiones muy
rápidas de consonantes, vocales o sílabas, especialmente, al comienzo de las
palabras. No se conoce su causa, pero es más común en los hombres que en las
mujeres. Su prevalencia en casi todos los países occidentales y con
independencia del idioma es de un 1%. Se observa con mayor frecuencia en los
niños con (5% de la población escolar) que en adultos. La tartamudez es
considerada un trastorno de la infancia que aparece entre los 3-5 años.
Todos
los niños experimentan trastornos de la fluidez mientras adquieren los modelos
lingüísticos que se consideran apropiados. Por ello, es conveniente ser
tolerante al principio y no obligarles a hablar a la perfección cuando todavía
están en las fases de desarrollo del lenguaje. Algunos especialistas creen que
la tartamudez puede deberse a las presiones que sufre el niño ante sus padres o
profesores.
La
tartamudez depende de las situaciones relacionadas con el entorno y las
circunstancias en que se genera el discurso. La mayoría de las personas que
sufren tartamudez hablan fluidamente el 95% del tiempo y pueden no ponerla de
manifiesto al cantar, hablar con un animal o recitar un poema. Las reacciones y
expectativas de los padres, los profesores y los compañeros pueden tener una
influencia importante en el desarrollo personal y comunicativo de estos niños.
Algunos
consejos para el tratamiento de la tartamudez se recogen en la tabla siguiente.
Como
ayudar a los niños con tartamudez
|
La
tartamudez no es fácil de tratar porque sus causas, tipo y gravedad varían de
un niño a otro; además mientras algunos niños no perciben su falta de fluidez
otros si lo hacen. De alguna manera, se podría decir que casi todos ellos se
sienten cómodos con su forma de hablar y les gusta participar en las
conversaciones de clase. No obstante, muchos niños cobran pronto conciencia
de su discapacidad, por lo que temen hablar en voz alta. Los profesores
pueden ayudar a estos niños proporcionándoles un buen modelo lingüístico,
aumentando su autoestima y creando un buen entorno para el desarrollo del
habla.
|
Pautas para proporcionarles un buen modelo
lingüístico
|
1. Reducir la velocidad del discurso: Los niños pequeños suelen imitar la velocidad
del discurso de sus padres y de otros adultos. El discurso puede ser
demasiado rápido para las capacidades motoras y lingüísticas del niño. Una
velocidad menor, en cambio, le proporciona el tiempo que necesita para
organizar sus pensamientos, elegir el vocabulario, las formas gramaticales y
planificar los aspectos motores del habla.
2. Crear silencio en las interacciones: Hacer pausas en los lugares adecuados de la
conversación ayuda a generar un entorno comunicativo sereno, disminuye la
velocidad del habla y produce una cadencia más natural. Antes de responder a
las preguntas o afirmaciones del niño, convendrá hacer una pausa de 2 o 3
segundos.
3. Utilizar un vocabulario y una forma gramatical más sencilla: La tartamudez tiende a
aparecer en palabras largas, con las de uso poco frecuente y en frases
complejas.
4. Aplicar las interrupciones normales del discurso: Si usted tiene un discurso
muy fluido, es necesario hacer un esfuerzo consciente para emplear las
interrupciones normales del discurso, como las interjecciones (um o ah), y
hasta repeticiones de palabras y frases enteras o hacer pausas. Los niños
deben advertir que incluso el discurso fluido contiene interrupciones. Esto
les ayudara a aceptar sus propias interrupciones, reduciendo su temor a
hablar
|
Pautas para aumentar la autoestima del niño
|
1. Ignorar las interrupciones de la fluidez: Hay que crear un entorno
comunicativo positivo reforzando los momentos de fluidez e ignorando
aquellos en que el discurso se
interrumpe. No hay que dar instrucciones al niño, sino decirle; “habla más
despacio”, “respira hondo” o “detente y vuelve a empezar”.
2. Aceptar lo que dice, sin hacer hincapié en como lo dice: Haga repetir al niño
solamente las partes de su discurso que no se entienden y no aquellas en que
se interrumpe la fluidez. Esto implica que le está escuchando y que lo
importante es el mensaje.
3. Tratar al niño con tartamudez como a cualquier otro: No permita que la falta de
fluidez reduzca sus expectativas respecto al niño.
4. Aceptar la fluidez sin hacer calificaciones: No hable del problema de la
tartamudez; en lugar de ellos utilice las mismas palabras con que el niño
puede calificar su discurso. Proporcione al niño la seguridad de que los
trastornos de la fluidez son normales y que todos los tienen.
5. Ayudar al niño a sentir que controla su habla: Siga la conversación del
chico. Es más probable que el habla adquiera fluidez si el chico puede hablar
de lo que interesa.
6. Aceptar las interrupciones de la fluidez: Cuidado con las propias
actitudes negativas, como subrayar demasiado las interrupciones normales de
la fluidez sólo porque el chico padece tartamudez. Mantenga siempre el
contacto con la mirada y tenga paciencia.
|
Pautas para crear un buen entorno para el desarrollo
del discurso
|
1. Establecer normas para la conversación: Las interrupciones pueden distraer al niño y
aumentar las interrupciones de la fluidez verbal. Asegúrese de que no se le
interrumpe y que todos los participantes tienen oportunidad de hablar.
2. Escuchar con atención: Escuche lo que el chico dice y evite expresiones de distracción,
como “eh”, “esto…” al ser escuchado, el chico siente que lo que dice es
importante. Haga comentarios específicos y no afirmaciones genéricas.
3. Indicar al chico que abandone las demás actividades mientras habla: A veces resulta difícil
realizar dos actos motores al mismo tiempo, como pintar y hablar. Hacer que
el chico abandone las demás actividades mientras habla puede incrementar la
fluidez verbal.
4. Prepararle para los acontecimientos próximos: La emoción de los cumpleaños,
las vacaciones, los viajes y los cambios de la rutina diaria pueden
incrementar la tartamudez, mientras que hablar de ello puede reducir el temor
ante lo desconocido, y aumentar así la fluidez del chico.
|
LaBlance,
G. R., Steckol, K. F y Smith, V. L. (1994) The
role of the classroom teacher.
5.
LA
EVALUACIÓN Y SUS COMPONENTES.
La
evaluación e intervención en los trastornos del lenguaje implica el uso de
tests estandarizados, así como de otras técnicas e instrumentos más informales.
Los
dos objetivos más importantes de la evaluación son:
1- Determinar
cuáles con las capacidades actuales del alumno.
2- Observar
la velocidad con que aprende nuevas habilidades de lenguaje.
El
primer procedimiento de evaluación lleva consigo la aplicación de tests y la
cumplimentación de escalas. El segundo, la observación del lenguaje del niño en
su ambiente natural y el seguimiento de las intervenciones.
La
mayoría de las evaluaciones del habla y del lenguaje comienzan con la elaboración
de la historia clínica o formulario biográfico del niño, donde figuran los
datos relativos a su nacimiento, evolución y desarrollo. Casi siempre resulta
aconsejable examinar cuidadosamente la boca y tomar nota de cualquier
anormalidad que pudiera observarse en la lengua, los labios, los dientes, el
paladar. Si se detecta un problema orgánico se hará recomendable un examen
médico.
Los
procedimientos de evaluación variaran según el tipo de trastorno que se
sospeche. Una evaluación en profundidad puede incluir los componentes
siguientes:
1-
Prueba
de articulación: El objetivo es evaluar la
competencia fonética. Se evalúan los errores que comete el chico al pronunciar
las palabras y se crea un registro con los fonemas defectuosos, tipo de errores
y cantidad de los mismos.
2-
Prueba
de audición: En ocasiones, se recomienda hacer una
audiometría para descartar una posible discapacidad auditiva.
3-
Prueba
de discriminación auditiva: Se aplica para determinar si
el chico escucha correctamente los sonidos. Por ejemplo, el examinador dice un par de palabras y el
niño ha de identificar si tiene el mismo
sonido o éstos son diferentes (balo-palo; cabo-nabo).
4-
Prueba
de comprensión y expresión de frases y oraciones:
·
Para evaluar la comprensión,
el examinador usualmente lee dos oraciones, repite una de ellas y, a
continuación, le pregunta al chico cuál de los cuatro dibujos que le muestra
ilustra la oración que él ha leído dos veces.
·
Para evaluar la expresión
verbal, el examinador dice una oración y
el chico repite o bien formula una pregunta abierta “háblame de tu familia”. El
examinador observa y toma nota de la fluidez, la calidad de la voz, las
vocales, la gramática, etc. Algunos examinadores emplean pruebas estructuradas
para producir muestras de lenguaje (por ejemplo, piden al alumno que describa
un dibujo o ilustración), pero la mayoría obtiene muestras de lenguaje a través
de una conversación informal.
5-
Pruebas
de desarrollo de lenguaje: Son tests diseñados para evaluar
muchas facetas del lenguaje. Un ejemplo es el ITPA (Test de Habilidades
Psicolingüísticas). Este test además de la evaluación proporciona elementos
para guiar la intervención en las áreas detectadas como deficitarias; sin
embargo, ha sido criticado por las siguientes razones:
·
Algunos test no miden los
procesos que dicen medir.
·
Problemas en su
estandarización.
·
Su baja fiabilidad.
Otro
test empleado para medir el desarrollo del lenguaje es el Test de Vocabulario
Peabody.
En
la evaluación del lenguaje es fundamental que el examinador tenga experiencia
en el registro fiable del habla y el lenguaje y que recoja muestras de la
conducta comunicativa del chico en diversos entornos. En el proceso de
evaluación es frecuente observarle mientras interactúa con sus padres o con sus
compañeros.
McCormick
y Shiefelbusch, señalan que la evaluación de las interacciones subraya cada vez
más la importancia de recoger datos de la conducta del alumno y de los adultos
durante la interacción lingüística. La forma en que el chico aprende y emplea
con eficacia el lenguaje en el aula depende en gran medida de la conducta
lingüística del profesor y de los datos procedentes de la observación puede
utilizarse para sugerir cambios en la conducta de los adultos.
6.
ENFOQUES
PARA LA INTERVENCIÓN
La
mayoría de las posiciones para la intervención se sitúan bajo dos tipos de
enfoques: el conductista y el naturalista.
a) Enfoque conductista:
De
acuerdo con este enfoque, la conducta oral es aprendida. Las habilidades para
el desarrollo del lenguaje de los niños se enseñan en el ambiente. Donde
procesos como el modelado, el refuerzo, etc. Van formateando el lenguaje y
acoplándolo a las exigencias ambientales.
Desde
este punto de vista, las intervenciones han de ser directas y sistemáticas. El
enfoque implica detectar primero las habilidades poco desarrolladas y,
seguidamente, diseñar una serie de actividades para poner remedio y mejorarlas.
En
la tabla (análisis de contenidos del
lenguaje) se puede observar un curriculum con los componentes que, desde un
análisis de tareas, se evaluarían y, posteriormente, se enseñarían. A medida
que el chico pone en práctica tales habilidades, los profesores y los padres
las refuerzan y las corrigen. A este enfoque
se le tilda de mecanicista. No obstante, las aplicaciones contemporáneas
de estos principios han empezado a incorporar al proceso el contexto
comunicativo.
b)
Enfoque
naturalista:
En
contraste con el anterior, el enfoque naturalista enfatiza la importancia de
las habilidades innatas y las interpretaciones y necesidades de comunicación
del oyente. Esta orientación tuvo su inicio en el trabajo de Chomsky (1957).
Actualmente, uno de los más acérrimos defensores de este punto de vista es
McNeil (1970), quien junto con sus colaboradores, sostienen que las capacidades
lingüísticas se transmiten genéticamente y que hay una comprensión del lenguaje
en el cerebro ya en el momento de nacer.
La
intervención naturalista resta importancia a la enseñanza directa y acentúa
como contrapartida el aprendizaje por descubrimiento. Aunque también considera
el ambiente importante, se basa menos en la orientación directa de la
instrucción por parte del adulto y focaliza la intervención en el uso funcional
del lenguaje que hace el niño.
Dentro
de esta tendencia cabe situar el enfoque denominado Whole Language (enfoque
global de la enseñanza del lenguaje), estrategia de intervención que tiene por
objetivo la construcción de significado y el uso funcional del lenguaje por
parte del que habla. El enfoque global defiende que hablar, leer y escribir
comparten características comunes e interrelacionadas. Así, la forma de
aprendizaje del lenguaje oral debe usarse como modelo para la enseñanza de la
lectura y de la escritura.
ANÁLISIS DE CONTENIDOS DEL LENGUAJE
|
||
Sintaxis / Morfología
|
Semántica /
Vocabulario
|
Pragmática
|
1. Frases nominales.
2. Plurales.
3. Pronombres personales.
4. Frases preposicionales.
5. Adjetivos.
6. Oraciones interrogativas.
7. Pronombres posesivos.
8. Negaciones.
9. Verbo ser auxiliar.
10. Verbo ser copulativo.
11. Infinitivos.
12. Determinantes.
13. Conjunción y.
14. Adjetivos posesivos.
15. Comparativos.
16. Pasado.
17. Verbos en futuro.
18. Verbo hacer.
19. Pronombres reflexivos.
20. Conjunciones o, pero.
21. Otras conjunciones.
22. Objetos directos e indirectos.
23. Adverbios.
24. Participios.
25. Gerundios.
26. Voz pasiva.
27. Formas verbales complejas.
28. Pronombres relativos.
29. Conjunciones complejas.
|
1. Partes del cuerpo.
2. Vestido.
3. Objetos de clases.
4. Verbos de acción.
5. Acciones verbales.
6. Animales e insectos.
7. Miembros de la familia.
8. Objetos de la casa.
9. Alimentos.
10. Comidas y bebidas.
11. Colores.
12. Adverbios.
13. Ocupaciones.
14. Comunidad.
15. Vehículos.
16. Dinero.
17. Género.
18. Escuela.
19. Objetos para jugar
20. Días de la semana.
21. Meses del año.
22. Emociones.
23. Números.
24. Fiestas y celebraciones.
25. Conceptos espaciales.
26. Conceptos cuantitativos.
27. Conceptos temporales.
28. Formas.
29. Agradecimientos.
30. Contrarios.
31. Materiales.
32. Música.
33. Herramientas.
34. Categorías.
35. Los sentidos.
36. Significado de palabra.
37. Significado múltiple de palabras.
|
Comunicación personal
1. Expresión de necesidad y deseos.
2. Expresión de opiniones.
3. Expresión de sentimientos.
4. Expresión de valores.
5. Seguir dirección / órdenes.
6. Preguntar.
7. Narrar eventos.
8. Identificar idea principal.
9. Secuenciar eventos.
10. Ideas secundarias / detalles.
11. Resumir.
12. Describir.
13. Comparar.
14. Dar instrucciones.
15. Explicar.
Comunicación con un interlocutor
1. Escuchar al otro.
2. Formular mensajes.
3. Participar en discusiones.
4. Emplear la persuasión.
5. Reconocer la diferencia de opinión.
6. Identificar sesgo del que habla.
7. Identificar punto de vista del que
habla.
8. Formular conclusiones.
|
Sin embargo, hay que decir que las intervenciones
más exitosas incorporan características de ambos enfoques, naturalista y
conductual.
7.
EL
ALUMNO CON TRASTORNOS DE COMUNICACIÓN EN EL AULA
Ayudar
a superar los trastornos del habla y del lenguaje no es una responsabilidad de
una sola persona o profesional. Es más bien, una responsabilidad compartida
entre los profesores, los especialistas en logopedia y los padres.
Los
profesores deben estar atentos a algunos indicadores que pueden ser reflejo de
problemas de lenguaje:
· En los primeros cursos de la
escolaridad: dificultad para seguir indicaciones;
problemas en la adquisición de las habilidades pre-académicas (por ejemplo,
reconocimiento de diferencias en los sonidos), pronunciación de fonemas, uso de
palabras; vocabulario pobre o limitado.
· En los cursos intermedios:
sustitución de palabras; confusión frecuente de conceptos verbales; confusión
de los tiempos verbales; uso inapropiado de los pronombres; dificultad para
nombrar objetos familiares o para evocar el nombre de las personas.
· En la educación secundaria o
bachillerato: incapacidad para comprender conceptos
abstractos y palabras de significado múltiple; dificultad para usar oraciones
complejas de forma gramaticalmente correcta; dificultad para transmitir
información a los demás y de usar un lenguaje apropiado en función de la
persona a quien se habla.
Es
obvio que problemas de lenguaje como los anteriores pueden influir
académicamente y socialmente de forma negativa en los estudiantes. Los
profesores pueden ayudar a muchos de sus alumnos ofreciéndoles modelos
apropiados de lenguaje y oportunidades para la comunicación, así como haciendo
adaptaciones para responder a sus necesidades individuales.
a)
Modelos
de aprendizajes:
Dado que los alumnos imitan el lenguaje que
escuchan, es importante que los propios profesores modelen el uso correcto de
su lenguaje, la gramática y la articulación en su interacción con los
estudiantes. Los profesores también pueden ayudar a sus alumnos seleccionando
los materiales que han de leer y recomendando los programas de televisión o los
videos que conviene que vean.
b)
Oportunidades
para la conversación:
Hoskins (1994) ofrece las siguientes
orientaciones para facilitar las conversaciones:
1- Centrar
el contenido de la conversación en las preocupaciones o temas de interés de los
estudiantes.
2- Una
vez ha sido elegido el tema de conversación, el profesor debe ayudar al alumno
o grupo a explorar diferentes aspectos del tema.
3- Durante
la conversación, ayudar al alumno a decir lo que tiene que decir y no tanto a corregir
lo que dice.
4- Proporcionar
oportunidades para que los alumnos pongan en práctica habilidades específicas
(por ejemplo, formularse preguntas entre sí, dar explicaciones a otros)
mientras ponen en uso las reglas que guían la conversación.
Los profesores pueden, asimismo, planificar
oportunidades para usar el lenguaje con parte de las actividades de su
programa. Por ejemplo, planeando situaciones de aprendizaje cooperativo,
aprendizaje en pareja u otras modalidades de enseñanza que favorecen el intercambio
de ideas y el uso del lenguaje.
c)
Adaptación
de la enseñanza
Algunas sugerencias son las siguientes. Además
de adaptar el curriculum, los profesores deben ser conscientes de la
complejidad que a veces encierra su discurso. Consecuentemente, tratarán de modificarlo
empleando un vocabulario más simple, oraciones que no sean excesivamente
complejas o controlando la velocidad a la que hablan.
Paul
(1995) sugiere el procedimiento siguiente para ayudar a los alumnos con
trastornos de la comunicación y dificultades de aprendizaje a comprender las
explicaciones del profesor en clase:
·
Facilitarles esquemas y
emplear gráficos.
·
Repetir las instrucciones o
puntos importantes del discurso y parafrasear la información.
·
Relacionar la información con
el conocimiento previo, es decir, preguntarles para averiguar lo que saben
sobre el tema y estimularles a que hablen y cuenten sus propias experiencias.
En
definitiva, la escuela ofrece muchas posibilidades para el aprendizaje del
lenguaje. El lenguaje que se emplea en la institución escolar es más formal que
el que los niños usan en casa o en situaciones de juego. Es un discurso
estructurado en el cual los niños han de aprender a expresarse e interpretar
significados. En ocasiones, los profesores necesitaran la ayuda de los especialistas
del lenguaje para encauzar correctamente los trastornos que observen en los
niños y jóvenes, pero haciendo uso de pautas como las anteriores pueden
contribuir mucho desde su parcela a la adquisición y desarrollo del lenguaje de
sus alumnos.
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