miércoles, 10 de febrero de 2016

Movimiento y Psicomotricidad


MOVIMIENTO Y PSICOMOTRICIDAD

El movimiento en el ser humano existe desde su fecundación y durante todo su desarrollo a lo largo de la vida. Sin embargo, aunque existe un desarrollo motor, la psicomotricidad no interviene en la etapa prenatal ni en los primeros días de nacido, sino que se inicia cuando se forma la psique del individuo; cuando el movimiento se realiza de manera voluntaria. Antes de esto se llama neurodesarrollo y es la evolución que se presenta a partir de la maduración del sistema nervioso y de la información genética.

La psique del niño se va construyendo mediante el contacto con la madre y la interacción con los objetos y el entorno. Por ello es muy importante la estimulación desde la vida intrauterina y, mucho más, a partir del nacimiento. En la etapa de educación inicial, la estimulación servirá para potencializar las capacidades del niño.

Patrones de movimiento

Al inicio de la vida, los movimientos de los bebes son sólo reflejos; encontramos reflejos de supervivencia, como la succión, la prensión y la deglución; reflejos posturales, como el de reptación (arrastrarse) y el de marcha, entre otros. Éstos se presentan como respuestas reflejas (no existe anticipación ni planeación del movimiento) ante un estímulo. Con el tiempo algunos reflejos desaparecen y otros se convierten en reacciones posturales. Así, elementos como el equilibrio y los giros corporales le darán al niño la oportunidad de llevar a cabo su actividad motriz o desarrollo motor.

El movimiento en el ser humano sigue una evolución determinada por la genética. Los procesos de movimiento se presentan en todos los niños de cualquier parte del mundo y se manifiestan casi en los mismos tiempos, aunque pueden variar según la cultura y el entorno. Un ejemplo de ello es que en algunas comunidades se acostumbra llevar a los bebés cargados sobre la espalda con rebozos. Estos pueden posponer un poco el patrón de marcha, pero no es algo negativo, pues favorece un mejor desarrollo en el ámbito psicosocial gracias al contacto corporal con la madre y los estímulos auditivos y de movimiento que lo acompañan constantemente.

Estos procesos que se presentan en los niños se llaman patrones de movimiento; se manifiestan de manera secuenciada de acuerdo con la maduración neurológica basada en dos leyes de desarrollo.

1-    Cefalocaudal: el control progresivo del cuerpo va de la cabeza hacia la pelvis (desde el control cefálico hasta la marcha).

2-    Proximodistal: control del tronco del cuerpo hacia los brazos y las piernas.

Los patrones de movimientos están clasificados de la siguiente forma:

-       Básico: de 0 a 18 meses.

-       Maduros: de 18 meses a 3 años.

-       Manipulativos: de 3 a 6 años.

-       De perfeccionamiento: de 6 años en adelante.

Patrones básicos

Los patrones básicos de movimiento están relacionados con la maduración neurológica; con nueve y cada uno tiene una secuencia de desarrollo motriz.

1.    Control cefálico: el primero en manifestarse es el control de la cabeza. Se presenta de los 0 a los 3 meses de edad y se consolida aproximadamente en el tercer mes.

2.    Cambio de decúbito: se manifiesta una maduración en el cambio de postura, pues el bebé logra pasar de una posición supina (boca arriba) a una prona (boca abajo) y viceversa. Se presenta aproximadamente de los tres a los seis meses de edad.

3.    Posición sedente: se presenta cuando ya hay fuerza en el troco y el niño logra enderezarse con una flexión de la cadera, apoyándose con el hombro, el brazo y la mano. Se desarrolla aproximadamente de los seis a los ochos meses de edad.

4.    De sedente a decúbito prono: cuando el niño logra apoyar sus palmas o brazos manteniendo la cabeza y el tronco levantados. Se presenta de los seis a los ocho meses.

5.    Reptación o arrastre: se manifiesta a partir del patrón anterior, pero ahora está involucrado el movimiento de los miembros superiores (brazos) e inferiores (piernas). Al principio, el niño mueve brazos y piernas al mismo tiempo; después logra mover de manera alterna las cuatro extremidades. Precede al gateo y se presenta a la edad de seis a ocho meses.

6.    De sedente a cuatro puntos y gateo: se basa en los patrones anteriores y ocurre cuando el niño puede apoyarse en las palmas de sus manos y en sus rodillas. Posteriormente inicia el gateo con movimientos de vaivén hacia adelante y atrás, para finalizar con el desplazamiento. El gateo se presenta de los ocho a los diez meses. Es importante aclarar que cuando un bebé se arrastra hacia atrás, no está gateando, para que exista el gateo tiene que darse en la posición de cuatro puntos, con dirección al frente.

7.    De posición de cuatro puntos a hincado: a medida que evoluciona el enderezamiento del tronco, el niño va controlando la cadera y los  brazos, sobre todo la pelvis, además de que se presenta el equilibrio. Esto ocurre entre los nueve y los once meses de edad.

8.    De hincado a bipedestación: el niño logra esta posición a partir del patrón anterior; al inicio lo hace con apoyo, tomándose de la cuna u otro mueble. Se presenta de los diez a los doce meses.

9.    De marcha: finaliza el proceso de los patrones básicos de movimiento, debido a la maduración del sistema nervioso a partir de la ley cefalocaudal. Se involucran la postura, el equilibrio, el espacio, la estabilidad y la organización corporal.

Patrones maduros

Cuando el niño ha logrado ponerse en pie, su evolución motriz continúa con los patrones maduros, que se manifiestan de los dieciocho meses a los 3 años de edad.

1.    Marcha: a partir de que el niño logra la marcha, irá perfeccionando la direccionalidad, la intención, el equilibrio, los altos totales y la coordinación; poco a poco podrá subir pequeñas rampas y escalones.

2.    Carrera: comienza con los intentos de dar velocidad a la marcha. Este patrón también conlleva un proceso, pues al inicio de la carrera hay muy poco despegue del piso o impulso y las extremidades superiores están pegadas al tronco; conforme evoluciona, existe un mayor impulso, despegue del piso (vuelo) y coordinación entre los brazos.

3.    Salto: al igual que el patrón anterior, hay un proceso mediante el cual el niño va despegando los pies del piso, primero de manera alterna y después con los pies juntos, hasta lograr un despegue con impulso, vuelo y aterrizaje, coordinando también sus brazos.

Patrones manipulativos

En esta etapa los niños empiezan a dominar su cuerpo sobre los objetos, es decir, a manipularlos de manera lúdica y espontánea. En los patrones manipulativos se presentan acciones complejas de coordinación como la coordinación; ojo-mano y ojo-pie.

Los patrones manipulativos son tres, y se presentan de los tres a los seis años de edad. Cada uno tiene una secuencia de desarrollo motriz.

1.    Arrojar: el niño se encuentra con los pies quietos, y puede haber un pequeño desplazamiento hacia atrás para preparar el tiro. El codo se encuentra en posición adelantada con respecto al resto del cuerpo. El movimiento es muy parecido al de empujar y, al momento de soltar, los dedos quedan extendidos totalmente. Luego los brazos siguen su trayectoria hacia adelante y abajo. El tronco tiene una posición perpendicular al objetivo, con poca rotación del hombro.

2.    Atajar: al recibir la pelota, gira un poco la cabeza como si se estuviera alejando de ella o como si protegiera su cabeza con manos y brazos. Estos últimos se encuentran extendidos hacia adelante. Hay escaso movimiento hasta que el niño trata de dirigir la pelota hacia su pecho. Los dedos se encuentran tensos y extendidos.

3.    Patear: el tronco y los brazos casi no se mueven. El cuerpo se mantiene erguido con los brazos extendidos a los lados. Para preparar la patada, la pierna que ejecutará el movimiento tiene un ligero desplazamiento hacia atrás. En el momento de patear el movimiento es corto y con impulso.

Patrones de perfeccionamiento

Los patrones de perfeccionamiento son el conjunto de conductas motoras que se han acumulado a partir de los patrones básicos, maduros y manipulativos. A partir de los seis años se especializan y, como su nombre lo indica, se van perfeccionando.

El movimiento y su relación con los ámbitos de desarrollo

El ser humano tiene un desarrollo motriz, cognoscitivo y psicosocial que evoluciona conforme madura su sistema nervioso. Enseguida se hará una breve descripción de la aportación del movimiento en cada uno de los ámbitos.

-       Motor: El ser humano está en constante movimiento e interacción con su entorno. Las experiencias adquiridas a través del contacto con su medio le ayudan a integrar sus movimientos y sensopercepciones.

-       Cognoscitivo: La experimentación con su entorno deriva en la adquisición de nuevos aprendizajes y el pensamiento se va volviendo más complejo y abstracto. La acción motora interviene en todos los niveles del desarrollo cognoscitivo, incluyendo el lenguaje. A través del movimiento el adolescente reorganiza su lateralidad, esquema corporal, orientación espacial, noción de tiempo y causalidad.

-       Psicosocial: El control del movimiento puede llevar a un mejor control de la conducta. El trabajo psicomotriz logra un desarrollo del pensamiento, la percepción, la emoción y la conducta.

Con el trabajo psicomotor se tiene la oportunidad de favorecer el trabajo en equipo bajo diversas circunstancias o situaciones, lo que aporta a cada alumno elementos para constituir su propia identidad.

El desarrollo del adolescente debe ser equilibrado en sus tres ámbitos, si alguno no se estimula, habrá deficiencia en los demás ya que cada uno se desarrolla en conexión con los otros.

 PSICOMOTRICIDAD

La palabra está compuesta por dos vocablos: “psico” que se refiere a la pisque (pensamiento, emoción), y “motricidad” basada en el movimiento y el desarrollo motor. Por lo tanto, la psicomotricidad es una disciplina que estudia e interviene en el desarrollo motor en vinculación con el pensamiento y las emociones.

El movimiento es la base de la psicomotricidad, esto es importante para el bebé porque cada acción que realiza tiene sentido para su desarrollo y aprendizaje.

La psicomotricidad es utilizada como una técnica que favorece el desarrollo integral del individuo. De esta manera, existe una interacción entre el cuerpo y el entorno, entre los componentes biológicos, cognoscitivos y psicosociales de la persona.

Elementos de psicomotricidad

A continuación se definen los conceptos involucrados en el desarrollo de las actividades motrices.

-       Respiración: La respiración es u reflejo de supervivencia que nos ayuda a la oxigenación de la sangre y el cerebro. Las fases de respiración son aspiración o inhalación y espiración o exhalación. Las vías por las que se respira se pueden clasificar en externas (nariz y boca) e interna (tráquea, bronquios y laringe). Hay dos tipos de respiración: torácica y abdominal. Se recomienda que durante una actividad física la inhalación se haga por la nariz y la exhalación por la boca; así como propiciar desde pequeños la respiración abdominal.

-       Sensación: Es a información que recibimos a través de nuestros sentidos, de los órganos y de la sensibilidad cinestésica (movimiento, postura y equilibrio).

-       Percepción: Es el procesamiento de la información de las sensaciones.

-       Sensopercepciones: A través de los sentidos se recibe la información del mundo exterior, esas sensaciones viajan al sistema nervioso central donde se interpretan y cobran significado generando así una percepción. A partir de esa percepción hay una respuesta motriz.

-       Tono muscular: Es el estado de tensión activa de los músculos, es involuntario y permanente, varía en intensidad y sirve como base del movimiento y la postura.

-       Equilibrio: Es la estabilidad que se consigue al estar estático o en movimiento.

-       Coordinación: Es la habilidad de ejecutar movimientos de manera armónica. Existen tres formas de coordinación:

o   Coordinación global: se refiere a la coordinación corporal de manera general.

o   Coordinación óculo- manual: es la coordinación ojo-mano.

o   Coordinación óculo-pedal: es la coordinación ojo-pie.

-       Esquema corporal: Es una construcción. No nacemos con esquema corporal, éste se estructura a partir de la sensibilidad cinestésica. Representa el conocimiento corporal y el uso que se hace de éste o de sus partes en el espacio y tiempo. Sirve como base de todos nuestros movimientos.

-       Lateralidad: El espacio se comienza a construir cuando el bebé inicia sus primeros desplazamientos; es por eso que está muy ligado al movimiento y al esquema corporal. Es situar el cuerpo en relación con puntos de referencia y al mismo tiempo integrar los diferentes elementos que lo componen.

-       Tiempo: El tiempo no se percibe a través de los sentidos, sino que se construye mediante elementos externos; el día, la noche, las estaciones del año, las modificaciones de las cosas y los seres vivos. La organización temporal nos permite situar el orden de los acontecimientos relacionados entre sí.

-       Ritmo: El tiempo permite la creación del ritmo por medio de los sucesivo y la duración.

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