El síndrome de Rett es
un trastorno neurológico de base genética que afecta aproximadamente a 1 de cada
1000 niñas nacidas vivas, y se caracteriza por un proceso de crecimiento
aparentemente normal al inicio de la vida con un posterior retroceso del
desarrollo psicomotriz.
Este cuadro es un
proceso neurodegenerativo progresivo que se manifiesta por un trastorno general
del desarrollo del individuo afectado que producirá alteraciones en la
comunicación, intelecto, motricidad fina y gruesa.
Básicamente se distinguen
rasgos característicos de este síndrome a partir de los seis meses de vida,
como la pérdida espontánea, persistente y progresiva de habilidades motoras y
cognoscitivas que la niña ya había desarrollado con anterioridad, a la cual se
le suman otras manifestaciones clínicas como la apraxia, ataxia, autismo,
retraso mental, convulsiones y movimientos repetitivos estereotipados de las
manos.
Este síndrome debe su
nombre al médico austriaco Andreas Rett, quien lo descubrió en el año 1966 y lo
describió como resultado de un estudio que realizó con niñas que padecían de
regresión mental en edades tempranas de la vida pero que parecían haber tenido
un desarrollo aparentemente normal hasta aproximadamente los 6 meses de edad.
ETIOPATOGENIA
Este síndrome que se
presenta en niñas y cuya causa no está identificada ni confirmada se relaciona a
una mutación en la región codificada del gen MECP2 del cromosoma x dominante en
el extremo distal de su brazo largo (Xq28).
Esta región codificada
es el fragmento del gen que dará lugar o codificará a la proteína melito citosina
de enlace 2 (MeCP2), la cual se une al DNA y tiene la función de silenciar
otros genes, es decir, indicar a otros genes cuando dejar de funcionar, desconectándolos.
Por lo tanto se considera a MECP2 (no confundir con MeCP2) como un gen regulador de otros genes que
tiene una función importante a nivel cerebral aunque aún se desconoce por
completo su mecanismo.
El gen MECP2 no
funcionará de la manera normal en las personas que padezcan el síndrome de Rett
y se formarán cantidades insuficientes de la proteína que codifica, la MeCP2. Al
haber ausencia de dicha proteína no se cumplirá la función de regular genes y
estos permanecerán activos en etapas inadecuadas, produciendo a largo plazo
problemas de desarrollo neurológico.
Este proceso será la
causa del síndrome de Rett clásico en el 80% de las niñas afectadas siendo
mutaciones esporádicas; el restante 20% de los casos pueden deberse a mutaciones
en regiones del gen aún no estudiadas, o también por la existencia de otro gen
implicado en la enfermedad.
CUADRO CLINICO
Los recién nacidos con
síndrome de Rett nacen aparentemente sanos y presentan generalmente un
desarrollo normal durante los primeros seis meses de vida, es decir que los
individuos presentan un desarrollo natal y perinatal aparentemente normal con
un desarrollo psicomotriz satisfactorio durante esta etapa. Posterior a ésta época
de aparente normalidad es cuando se ponen de manifiesto los diferentes signos
clínicos del síndrome como ser la pérdida de la funcionalidad motora,
movimientos estereotipados de las manos, alteraciones de la coordinación de la
marcha, que deben ser reconocidos para identificar correctamente el
padecimiento.
Las características clínicas del síndrome
de Rett se pueden dividir en las siguientes cuatro etapas o estadios:
Ø Etapa de estancamiento precoz: Esta
etapa comienza desde los 6 hasta los 18 meses aproximadamente después del
nacimiento, en la cual se observa un retraso del peso corporal, desaceleración del crecimiento del cráneo
que posteriormente se manifestará como una microcefalia, existiendo una
disminución en la comunicación y contacto visual, conjuntamente se presentan
manifestaciones motoras como movimientos ondulatorios de las manos y dificultad
en el gateo normal sustituyéndolo por un arrastre peculiar.
Ø Etapa de Regresión destructiva: Esta etapa
se inicia a los 18 meses de edad y tiene una duración de semanas a meses. Es una
etapa rápidamente destructiva y este deterioro ocurre tan súbitamente que puede
ser confundido con un estado tóxico o encefálico. Esta etapa se caracteriza
por una pérdida de las habilidades psicomotoras que se habían adquirido previamente,
así como la presencia de microcefalia, aparición de retraso mental, apraxia,
ataxia, respiración irregular, manifestaciones autistas, crisis de gritos
violentos, bruxismo y simultáneamente se presentan los característicos
movimientos estereotipados repetidos de las manos. De igual forma es posible que se presenten crisis
convulsivas en las niñas afectadas en un 25% de los casos y una pérdida del
patrón normal del sueño.
Ø Etapa Pseudoestacionaria: Esta
etapa tiene inicio a los tres años de edad y se caracteriza por ser una etapa
de estabilización aparentemente en la cual existe una remisión parcial de los
signos observados en la etapa de regresión destructiva.
Al inicio
de esta etapa existe una regresión de las manifestaciones autistas y la
paciente recobra parcialmente la capacidad de comunicación y el contacto con el
medio social externo, pero aun así se evidenciará la falta de progresión de
desarrollo intelectual por un retraso mental grave irreversible.
En esta
etapa se manifiestan, como en todo el desarrollo del síndrome, dificultades
motoras como apraxia a caminar, ataxia del tronco y convulsiones más acentuadas.
La etapa pseudoestacionaria se prolongara por años.
Ø Etapa Deterioro motor tardío: Esta
etapa puede iniciarse al final de niñez o incluso mucho después, siendo sus
manifestaciones características, la aparición de escoliosis muy marcada,
disminución de actividad convulsiva, caquexia, distonía y disturbios tróficos que
afectan a los miembros inferiores, presentándose
también pérdida de la marcha, por lo cual será necesario el uso de silla de
ruedas.
Las cuatro etapas clínicas descritas son
las típicas del síndrome de Rett, a pesar de ello puede haber variantes o
ligeras variaciones como ser:
Ø Síndrome de Rett provisional: Que no
cuenta con algunos de los signos clínicos y no son suficientes como para
coincidir con un diagnóstico de síndrome de Rett.
Ø Forma frustra: Es la
variante más frecuente, ya que la regresión del desarrollo de la etapa II
comienza de manera más tardía y además existirá una mayor conservación en cuanto
al lenguaje.
Ø Síndrome de Rett con lenguaje conservado: Las
pacientes pueden articular palabras e incluso oraciones pero sin un sentido o
significado.
Ø Síndrome de Rett atípico: Al
igual que en el provisional no presenta todos los signos clínicos clásicos y se
presenta en un 15% de los casos que se diagnostican.
Ø Síndrome de Rett congénito: En
esta variante las anomalías del desarrollo se presentan ya desde el nacimiento,
pero no presentan todas las manifestaciones clínicas de un síndrome de Rett
clásico.
Ø Variante de comienzo precoz con crisis: Se
caracteriza por la manifestación de crisis epilépticas en la etapa inicial.
Ø Variante con regresión en la infancia
tardía: Puede tardar en diagnosticarse hasta los 20 y 25 años con
un retraso mental moderado o un trastorno autista.
DIAGNÓSTICO
Es muy importante
realizar un buen diagnóstico para el síndrome de Rett, ya que muchas veces
suele ser confundido o diagnosticado como un autismo o parálisis cerebral.
Se puede llegar a un
diagnóstico a través de pruebas genéticas, pero no siempre los daños se
identifican en todos los individuos, razón por la cual para este fin el Grupo
Internacional de expertos para el Consenso clínico en Baden-Baden 2001, ha
definido listas de las manifestaciones clínicas o criterios diagnósticos del
síndrome de Rett clásico, dividido en criterios necesarios, criterios complementarios
o de apoyo y criterios de exclusión.
CRITERIOS NECESARIOS DEL SÍNDROME DE RETT.
a)
Desarrollo psicomotriz normal en los periodos prenatal y perinatal.
b) El individuo afectado presentará un tamaño craneal normal en el momento del nacimiento.
c) Retraso del crecimiento craneal a partir de los seis meses de edad hasta aproximadamente los cinco años.
d) Pérdida de habilidades manuales voluntarias previamente adquiridas entre los seis y treinta meses de edad, acompañado con disfunción y alteración de la comunicación y aislamiento del entorno social.
e) Inicio de carencias severas en el desarrollo del lenguaje, tanto al expresarlo como al recepcionarlo.
f) Desarrollo de movimientos estereotipados de las manos, similares a acciones como aplaudir, escribir a máquina, percudir, lavarse las manos, además de movimientos de frotamiento e introducción repetitiva de las manos a la cavidad bucal. Los movimientos descritos no serán voluntarios o con propósito alguno.
g) Desarrollo entre el primer y cuarto año de vida de apraxia de la marcha y ataxia del tronco.
h) De manera paralela se presentaran muecas faciales características del síndrome de Rett.
CRITERIOS DE APOYO DEL SÍNDROME DE RETT: Que
se relacionan a:
a)
Disfunciones respiratorias como:
·
Apnea.
·
Hiperventilación intermitente.
·
Expulsión forzada de aire.
·
Espasmos del sollozo.
b) Electroencefalograma
anormal.
c) Episodios
convulsivos.
d) Tensión
inusual o aumento del tono muscular (espasticidad).
e) Retardo
en el crecimiento.
f) Atrofia
muscular y distonías.
g) Pies pequeños
o atróficos.
h) Escoliosis
muy marcada.
i)
Bruxismo y maloclusiones dentales.
CRITERIOS DE EXCLUSIÓN: Que se mencionan a
continuación y son:
a)
Evidencia de retraso en el crecimiento en la
vida intrauterina.
b) Retinopatía
o atrofia óptica.
c) Microcefalia
al momento de nacer.
d) Organomegalia
o signos de enfermedad de depósito.
e) Evidencia
de daño cerebral, daño neural o daño metabólico progresivo desde la etapa
intrauterina.
f)
Patologías neurológicas graves secundarias a traumatismos
craneales o infecciones.
Para diagnosticar
correctamente el síndrome de Rett debe cumplirse los criterios necesarios y
los apoyos, no así los de exclusión, cuya presencia niega un diagnóstico
clásico o típico de este síndrome.
PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO.
Es un padecimiento
progresivo que va empeorando de manera lenta hasta los años de la adolescencia,
y posterior a esa etapa los signos y síntomas pueden atenuarse. Por lo general
la esperanza de vida no se prolonga más allá de la adolescencia tardía o
adultez joven, llegando incluso a los 45 años de edad, pero no se descarte una
muerte más temprana debido a las manifestaciones del síndrome como las convulsiones,
neumonía por aspiración, accidentes, entre otros.
En el caso específico
del síndrome de Rett no existe tratamiento específico que pueda curarlo,
solamente existe tratamientos para el control de las manifestaciones del
síndrome como el control de las crisis convulsivas. Otra opción para conservar
el desarrollo y mantenimiento de las funciones musculares y del tono muscular son las terapias físicas y ocupacionales.
RESUMEN
El síndrome de Rett es
un complejo proceso de deterioro psicomotriz infantil que empieza en la primera
infancia y afecta casi exclusivamente a niñas. Se manifiesta por detención del
desarrollo y maduración cerebral, caracterizado por una regresión en el
desarrollo psicomotor, desaceleración del crecimiento craneal, pérdida de implicación
social en las primeras etapas, pérdida del lenguaje expresivo, entre otras
manifestaciones clínicas, que incluso pueden ser confundidas con autismo o
demencia infantil.
Su origen está asociado
a una alteración o mutación de un gen del cromosoma X llamado MECP2, razón por
la cual encontrar este síndrome en niños es muy infrecuente, ya que al poseer
un solo cromosoma X la mutación de este será letal provocando la muerte.
El desarrollo de este
síndrome se evidencia en cuatro etapas o estadios bien definidos que se inician
desde el quinto mes de vida del infante, que en orden cronológico son: etapa de
estancamiento, etapa de regresión del desarrollo, etapa pseudoestacionaria y
finalmente una etapa de deterioro motor tardío. La característica esencial de
este síndrome es el desarrollo de múltiples déficit específicos tras un periodo
de funcionamiento normal después del nacimiento.
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