domingo, 21 de agosto de 2016

ALEXIAS


El término alexia se define como la pérdida o alteración de la capacidad para comprender el lenguaje escrito, como consecuencia de una lesión cerebral. El estudio de las alexias ha sido desarrollado principalmente  a partir de dos aproximaciones: el enfoque clínico anatómico y el psicolingüístico. La primera clasificación de las alexias se caracteriza por el esfuerzo de localizar as regiones cerebrales responsables de la lectura, cuya lesión conlleva a la aparición de una alexia. Este enfoque surge de las observaciones realizadas por Déjàrine, alrededor de 1800.y dio como resultado tres tipos distintos de alexias: la alexia pura (o alexia sin agrafia) que corresponde a los trastornos exclusivamente en la lectura, sin trastornos en el lenguaje oral ni el la escritura; la alexia con agrafia, que corresponde a un trastorno tanto de la lectura como de la escritura (sin afasia);y la alexia afásica, que son las alteraciones en la lectura que se asocian con los síndromes afásicos.

       Clasificación        
Clínico anatómica
Clasificación Psicolingüística
Alexia pura
Alexia con agrafia
Alexia afásica
Dislexia visual
Dislexia de superficie
Dislexia profunda

En la clasificación psicolingüística, en cambio, ya no hay un especial énfasis en la localización de la lesión, sino más bien en el tipo de función alterada en el paciente. En particular, se busca responder a preguntas del estilo; qué tipo de palabras son imposibles de leer por parte del paciente? O ¿Qué tipo de errores se comenten en la lectura oral? De ahí que las alexias se clasifiquen en tres ramas: la dislexia visual, en la que predominan errores de tipo visual; la dislexia de superficie (o superficial) en donde hay errores relacionados con paralexias fonológicas o grafémicas; y la dislexia profunda, en la que aparece un predominio de errores semánticos. Cada uno de estos tipos de dislexias y las disociaciones que se han evidenciado en los pacientes con lesiones cerebrales, han permitido generar modelos de comprensión y de procesamiento normal en la lectura de las palabras. 

CLASIFICACIÓN CLÍNICO ANATÓMICA

            ALEXIA PURA
Fue descrita originalmente por Déjèrine en 1882, a partir del análisis del caso de un hombre de 68 años que, tras una hemorragia cerebral, pierde totalmente su capacidad para leer tanto letras como palabras, frases y notas musicales. Al trastorno lo denomino “ceguera pura a las palabras”, probablemente por analogía con el trastorno denominado “sordera pura a las palabras” ya que al igual que en éste, el problema no está en las vías perceptivas sino en la comprensión. Así como los pacientes con sordera pura que, a pesar de tener intactas los sistemas auditivos, perciben las palabras pronunciadas en su propio idioma como si les fueran desconocidas, los pacientes con ceguera pura a las palabras no presentan alteraciones en el sistema visual primario, sin embargo son incapaces de reconocer las palabras o las letras aún cuando pueden verlas. El giro lingual y el giro fusiforme, pertenecientes al área del lóbulo occipital izquierdo, y el uncus y el giro angular del lóbulo parietal inferior, fueron las regiones que clínicamente se relacionaron con la presencia de este síndrome. Dentro de los síntomas que originalmente se asociaron con la alexia pura, se encontró también un hemiacromatopsia derecha, es decir, una incapacidad para reconocer los colores en el campo visual derecho.
Inicialmente se interpreto esta alexia como un síndrome de desconexión, producto de la destrucción de las fibras que unen la región calcarina derecha e izquierda (de la corteza visual primaria del lóbulo occipital) con el giro angular del hemisferio izquierdo. A partir de esta observación, Geschwind formularia una nueva manera para explicar este fenómeno en su teoría de desconexión viso-verbal. En ella se dice que la lesión en el área visual izquierda impide que la información que llega a este hemisferio alcance el giro angular, que es el camino necesario para obtener la imagen visual de las palabras. Por otra parte, las informaciones visuales que llegan al hemisferio derecho tampoco pueden llegar al hemisferio izquierdo, debido a una lesión en el esplenium del cuerpo calloso. De este modo se establece una doble posibilidad para la existencia de la alexia pura.
En consecuencia, el rasgo más significativo de los pacientes con alexia pura es un importante compromiso de su capacidad para reconocer palabras, silabas o letras, ya que son incapaces de decodificar [y por ende de otorgar significado] lo que ven al intentar leer. Las únicas palabras que son capaces de reconocer son aquellas que les son muy familiares y que presentan una estructura muy simple, ya que este reconocimiento se realiza más por la vía ideográfica.
Sin embargo, es necesario señalar que el nivel de análisis de la anatomía y de la sintomatología clínica noes suficiente para comprender la forma en que le cerebro opera en relación con el lenguaje. Los análisis lingüísticos de este tipo de alexia demostrarían, más tarde, la presencia de disociaciones importantes a nivel del lenguaje. Tal evidencia llevó a Hecaen (1967) y a Hecaen y Kremin (1976) a plantear la primera clasificación psicolingüística de las alexias puras: alexias verbales y alexias literales.

1-    Alexia verbal
            Se caracteriza por la preservación de la capacidad pare reconocer letras individualmente, incluso al deletrear, pero con incapacidad para leer palabras, y generalmente la correlación clínico-anatómica de esta alexia se establece con lesiones occipitales. El mecanismo compensatorio sugerido es, por consiguiente, el de la lectura deletreada, es decir, letra por letra. El tipo de error que se presenta con esta clase de alexia es la producción de palabras similares a la muestra, a partir de las letras iniciales.

EXPERimento à EXPERiencia – Alverja à ALmacen
 

Esto demuestra que los pacientes que padecen dicho síndrome logran decodificar los primeros elementos de las palabras y, con base en ellos intentan completar la palabra con alguna similar.

2-    Alexia literal
            Este es el caso opuesto al anterior, pues su síntoma característico es la capacidad para leer palabras, pero la total imposibilidad para leer letras separadas o para deletrear. Aquí la lesión es generalmente parieto-occipital, y el mecanismo compensatorio, evidentemente, es el de la lectura global. Los errores que se presentan son principalmente cambios de palabras por similitud semántica.

NARAJA à MANZANA – PATO à LORO
 

            Esto demuestra que tales pacientes han tenido, de algún modo, un acceso al significado de la palabra, “entendida como un todo”, aunque les es imposible decodificar la palabra letra por letra, presentado una lectura que podría llamarse “semántica”.

3-    Alexia total       
En estos casos, el paciente presenta una total imposibilidad para leer letras y palabras. Lo único que puede ver son las palabras muy conocida, como su nombre o la ciudad donde vive. Es, pues, el caso clásico de alexia pura.

ALEXIA CON AGRAFIA
Se define como un trastorno en la lectura asociado con un trastorno en la escritura (agrafia), así como con anomia, apraxia y dificultades en la denominación. Hay, pues, un compromiso global del manejo del lenguaje escrito, tanto para la lectura como para la escritura. Este fenómeno se relaciona frecuentemente con una lesión parieto-superior y de las vías de acceso a los lóbulos temporal y occipital.

ALEXIA AFÁSICA
En estos casos, los trastornos en la lectura están asociados con trastornos en el lenguaje expresivo oral, y las dificultades, así como su intensidad, dependen del tipo de afasia a la que se vinculan.

CLASIFICACIÓN PSICOLINGÜÍSTICA
            Desde el punto de vista psicolingüístico, se distinguen tres etapas en el procesamiento de la información que se lleva a cabo en la lectura: la primera etapa constituye un nivel de reconocimiento de las letras y de codificación inicial; la segunda etapa, un nivel de comprensión y, por ultimo, una etapa de producción. De este modo, se postula que cuando se lee una palabra escrita, se debe ser capaz, primero, de reconocer las letras como letras y traducirlas en sonidos, luego se debe poder comprender lo que esa información implica, para, finalmente, poder producir y articular la palabra que corresponde al estímulo.
            Esta conceptualización del proceso de lectura dio lugar a otro tipo de clasificación de alexias, propuesto en 1966 por Marshall y Newcombe, esta vez basado en las siguientes variables psicolingüísticas.
Ø  Tipo de error (visual, semántico o derivación).
Ø  Características de las palabras afectadas (regulares – irregulares, concretas – abstractas).
Ø  Parte gramatical afectada (sustantivos, verbos, palabras funcionales, etc.).
Ø  Longitud de la palabra.
Con base en estas cuatro variables, Marshall y Newcombe (1973) formulan una nueva clasificación de los trastornos de la lectura o dislexias. En particular, es la clase de error la clave más importante para discernir el tipo de dislexia que padece el paciente: cuando error es predominante visual, la dislexia será visual; si es más bien fonológico, la dislexia será superficial; o si tiene que ver con dificultades semánticas, corresponderá a una dislexia profunda. Cabe anotar que los dos primeros tipos de dislexia son muy poco frecuente, sobre todo en adultos hispanoparlantes, probablemente debido al hecho de que el castellano es un idioma muy “trasparente”, en el sentido en quela relación fonema-grafema casi nunca cambia, como sí ocurre en otros idiomas, como el ingles y el francés. Por ello, casi no se presentan “desajustes” de tipo gramatical, ortográfico o lexical en hablantes de español, salvo quizás por transposiciones entre la “b” - “v”; “s” – “c” – “z”; “g” – “j”; y, en menor proporción entre “y” – “ll”; “h”.

DISLEXIA VISUAL.
Se caracteriza básicamente por errores visuales, que tienen que ver con la primera etapa de procesamiento de la información leída (etapa de reconocimiento). Por ello, el tipo de error característico es la sustitución de la palabra leída por una similar visualmente, por ejemplo, frente al estímulo CEREZA, lee PEREZA o CABEZA; o en la lectura de  TARIMA lee ARRIMA.

DISLEXIA SUPERFICIAL.
Se caracteriza por la superioridad en la lectura de palabras regulares sobre las irregulares (esto ocurre con idiomas como el francés o el ingles). En español, la palabra QUESO, por ejemplo, es irregular, ya que fonológicamente puede escribirse QUESO o KESO. Tanto el grafema “qu” como el grafema “k” o “c” representan el sonido del fonema /k/.
Los errores son de tipo asociativo fonológico visuales:

CANARIO à CANATARIO

            Aquí no se presentan errores semánticos, si bien hay una mayor dificultad para leer palabras lexicales como los sustantivos, que palabras funcionales, como preposiciones o artículos. La escritura se ve paralelamente alterada a la lectura.

DISLEXIA PROFUNDA.
Contrario a las dos anteriores, la dislexia profunda es bastante frecuente y, de hecho, el estudio de este tipo particular de alteración ha sido sumamente fructífero en cuanto a la formulación de los modelos que pretenden explicar el procesamiento normal de la lectura. Esta dislexia se caracteriza por la incapacidad total para leer palabras inexistentes en el idioma (llamadas a veces no-palabras, “ETIPONJA”), aumentando la dificultad de las palabras del idioma de forma proporcional a su grado de abstracción (se leen mejor palabras como GATO o MESA que otras como JUSTICIA o LIBERTAD). Otra característica importante tiene que ver con la función gramatical de las palabras leídas: los pacientes con dislexia profunda leen mejor los sustantivos que los adjetivos, estos los leen más fácilmente que los verbos, y éstos, finalmente, son mejor leídos que las palabras funcionales.
Este hecho demuestra entonces, que la pérdida de la capacidad para leer las palabras se establece de forma jerárquica, siéndoles más fácil leer, por ejemplo, PATO que TRAS.
Los tipos de errores que predominan son las paralexias semánticas, en donde los pacientes pueden llegar a tener errores en la lectura de todas las palabras de la prueba, aunque todos ellos con cercanía semántica. Así, frente al estímulo DOCTOR leen por ejemplo MÉDICO, o frente a la palabra RELOJ leen HORARIO, o en LADRON leen RATERO. Esto parece demostrar que de algún modo tienen acceso al significado de la palabra, si bien por problemas en el acceso a la forma articulatoria de las mismas, producen una palabra similar semánticamente a la muestra. Pueden también presentarse paralexias visuales (CASA à MASA) e, incluso, paralexias derivacionales, de forma que frente a un estímulo como EDICIÓN leen EDITOR. Se ha relatado también un notable contraste entre el reconocimiento y la comprensión en la lectura silenciosa y la lectura en voz alta, en pacientes que dicen saber lo que “es” o significa una palabra, aunque no pueden leerla.

 
ANALISIS DE UN CASO DE DISLEXIA PROFUNDA

La paciente M.D., de 32 años, zurda, con un nivel de escolaridad de VI bachillerato, ingresa al servicio de ginecología por presentar cuadro de eclampsia con embarazo de 32 semanas, con cifras de 180/120 y marcada cefalea. Al examen neurológico se encuentra pupilas levemente aniso-cónicas por midriasis reactiva derecha, facial central derecho, hemiparesia, Hoffman y Babinsky derecho.
La escanografía cerebral demostró hemorragia intrarenquimatosa parietal izquierda, asociada a hemorragia subaracnoidea. Ocho días después se le practica escanografía por infusión para estudio de posible MAV, encontrándose áreas hipodensas en región parietal izquierda, con circulación de suplencia en tejido perilesional.
En los primeros días se constata la presencia de afasia anómica, por lo cual es remitida para evaluación neuropsicológica.

Evaluación neuropsicológica

El examen de funciones lingüísticas revela un lenguaje fluente, marcado por pausas y estereotipos con dificultades en la denominación y en la repetición de palabras; además de una agrafia severa con copia conservada, y un significativo déficit en la lectura. La lectura de sustantivos está bastante conservada, pero hay marcada dificultad para leer palabras funcionales y no-palabras.
Las palabras funcionales le son totalmente inaccesibles (dice “eso esta muy difícil, no puedo”), o bien produce otra palabra de la misma clase gramatical:

ALLÍ à AHÍ – POR à DESDE

En la lectura de palabras inexistentes o no-palabras sólo es capaz de leer un 10% correctamente y en general, las convierte en palabras similares desde el punto de vista visual.

BALAMAS à BALADA – ALONDER à ALONDRA

Dentro de los sustantivos, son leídos mucho mejor los concretos (84%) que los abstractos (70%), y los errores en la lectura de estas palabras son predominantemente visuales.
Dentro de las paralexias semánticas encontramos, por ejemplo, la lectura de CIFRA como NÚMERO o de  PENSAMIENTO como SENTIMIENTO; como caso de paralexias derivacional está el de la lectura de EFECTO como EFECTIVO, y como caso de su marcada dificultad para leer letras cuando, frente a la letra A, sólo puede decir “eso es una letra, la primera”.

En resumen, la paciente tiene gran dificultad para leer no-palabras y palabras funcionales, lee mejor los sustantivos concretos que los abstractos, y las respuestas incorrectas incluyen tanto paralexias visuales como paralexias semánticas.
Con base en  (el modelo teórico de reconocimiento y producción del lenguaje de, Morton, 1980), se establece que en ella hay un daño en la vía fonológica de lectura (es solo por medio de una decodificación fonológica que se puede leer las no-palabras y, muy probablemente, las palabras funcionales), con una relativa conservación  de la vía directa o lexical, ya que la lectura de palabras muy familiares estaba intacta. De este modo se habla de una “anomia” en la lectura, similar a la observada en la tarea de denominación, pues aunque en un sentido “ve” la palabra, no tiene acceso a su significado.

Por ello, el caso de esta paciente sugiere un déficit común de evocación fonológica en la denominación y en la lectura, pues el hecho de que no pueda repetir demuestra también que los mecanismos de mediación fonológica se encuentran comprometidos tanto en al estimulación por vía visual como por vía auditiva.
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              Para la interpretación de estos síndromes, es usual utilizar el modelo psicolingüístico de procesamiento de la lectura, propuesto por Morton (1979, 1980), en el cual se presentan los procesos lingüísticos separados en cuatro bloques

1) Sistema de análisis.
2) Logógenos de entrada.
3) Sistema cognitivo
4) Logógenos de salida.




Modelo teórico de reconocimiento y producción del lenguaje de, Morton, (1980).















   
De ahí surgen tres rutas distintas para la lectura:
1) una vía fonológica o indirecta, que comienza con el reconocimiento visual, pasa luego al sistema de entrada (logógeno), para así llegar a convertir los grafemas leídos en fonemas y acceder a una respuesta verbal.
2) la segunda vía, llamada directa, que permite la lectura de ideogramas o palabras muy familiares, empezaría por un análisis visual, luego esta información recibida sería procesada en el sistema de entrada y, desde allí, partiría directamente al sistema regulador de respuesta, que permite finalmente la emisión verbal de la palabra leída.
3) finalmente, se postula una vía semántica en la que el procesamiento de la información leída se sirve de un sistema cognitivo que le otorga significado a las palabras. Los daños en las vías de salida de este sistema cognitivo, en particular en el sistema de salida de logógenos y de regulación de respuestas fonológicas, explican el motivo de las paralexias semánticas en pacientes con dislexia profunda.
En el caso particular de la paciente M.D, podría decirse que, debido a su lesión en el área de asociación parieto-occipital, la vía semántica se encuentra parcialmente alterada, pues si bien se activa para relacionar de algún modo el significado a la palabra leída, luego de una satisfactoria decodificación visual en el sistema de entrada, al momento de emitir los fonemas respectivos adecuados a la palabra se “equivoca” y produce una secuencia fonológica similar en significado, pero distinta al estímulo. Por otro lado, en ella la vía fonológica se encuentra totalmente alterada, pues es únicamente por esta ruta que las palabras inexistentes podrían ser leídas y, como vemos, ésta es una capacidad que ha perdido por completo (probablemente por esta vía se opera la lectura de palabras funcionales, ya que de ellas no tenemos una representación semántica). No obstante la vía indirecta si se encuentra conservada.
Este tipo de modelos psicolingüísticos son utilizados particularmente en neuropsicología cognitiva, pues es a través del análisis de las alteraciones producidas en el proceso de lectura de un paciente particular, que se postulan las vías de procesamiento para la lectura de personas normales. En consecuencia divergen del acercamiento  clínico-anatómico que, como hemos visto, se encarga, más que de especificar las funciones afectadas en los diversos síndromes y el modo de alteración, de correlacionar las manifestaciones psicológicas con la localización determinada de una lesión.
 

 

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